Apostar por la formación en habilidades, y no solamente por la técnica o en idiomas, es una forma de gestionar el cambio y hacer las cosas de forma diferente. Unir las capacidades basadas en la formación, conocimientos y experiencia, con el desarrollo del talento de cada miembro de nuestros equipos, nos facilitará adaptarnos a las necesidades presentes y futuras. Hemos de hacer algo diferente, para lograr resultados diferentes. Muchas organizaciones están adaptándose a ello, y son las que podrán afrontar con más éxito estos tiempos tan difíciles y complicados.

Dentro de todo ese programa de cambio está la herramienta de la DPO, vinculada con una EDD y una política de retribución variable basada en el rendimiento. Qué logro, y cómo lo logro.

Igualmente formar, estimular y alinear al los equipos comerciales, en la consecución de objetivos de captación de nuevos clientes, con cuidada fidelización de la cartera, obteniendo un saldo neto positivo, nos ayudará a hacer frente a las situaciones tan duras del mercado.

Los programas de cambio se pueden ver ayudados por una gestión de coaching y tutorías individualizadas para los factores organizativos básicos, y principalmente en aquellas personas que han de salir de sus rutinas defensivas, que implican comportamientos bloqueadores para la propia evolución de la empresa.